Reseña y reflexiones en torno al Foro sobre Trabajo Sexual y Trata de Personas

Cartel del foro tomado del internet.

Reseña y reflexiones en torno al Foro sobre Trabajo Sexual y Trata de Personas

Por Mariafernanda Fernández Romero, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, 1 de marzo de 2017.
Para la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle.-

La Ibero, un espacio académico que a pesar de llevar a cuestas la reputación de “fresa” y “barco,” hace esfuerzos extraordinarios por demostrar que es una institución seria y socialmente comprometida. Uno de estosfue el Foro sobre Trabajo Sexual y Trata de Personas, a cargo del Programa de Asuntos de Género, que me hizo sentir orgullo de mi alma mater.

Un panel constituido por representantes de asociaciones civiles, tanto abolicionistas como reglamentaristas, hizo visibles los problemas y retos que enfrentan las trabajadoras sexuales.

Germán Nava y Víctor Hugo Núñez, quienes representaban al Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos A.C. (CAM),fueron los primeros en tomar la palabra. Lo más relevante de su presentación fueron las cifras en torno a los nuevos albergues para víctimas de trata que el gobierno de la CDMX. Inaugurados hace menos de un año, sólo 12 de las 379 personas que se rescataron habitan en estos recintos. Estos números indican que hay una falla y nos conducen a la pregunta ¿qué pasa con el resto de las personas rescatadas? Más allá de las estadísticas, lo más impactante fueron las preguntas que plantearon los representantes del CAM: ¿por qué los esfuerzos por combatir la trata no funcionan de la manera que se desea?, ¿quién o qué los obstaculiza?, ¿en qué medida la corrupción afecta las investigaciones de trata de personas?

La segunda intervención fue la de Lola Dejavú Delgadillo, directora y representante de la asociación Movimiento de Trabajo Sexual en México. En su discurso, sucinto pero sobrecogedor, destaca la anomia que envuelve al trabajo sexual en México. Interpeló primero a los asistentes, mientras nos hacía reflexionar sobre los bienes que consumimos ignorando si son producto del trabajo forzado. Esta distinción la extrapoló a su dominio, el trabajo sexual. Advirtió que se deben hacer diferencias entre prostitución, sexoservicio y explotación sexual, pues la falta de precisión desemboca en lagunas legales.Compartió también su experiencia, sus logros en la escuela de medicina y cómo DECIDIÓ ser trabajadora sexual. Lola afirma que las leyesque castigan la trata afectan directamente a las trabajadoras sexuales y a sus clientes por no estar correctamente redactadas.Bajo el cargo de “faltas a la moral”; se puede detener a las trabajadoras que se encuentren en la vía pública, pero organizarse para crear burdeles seguros resulta difícil pues se considera tratante desde quien dirija una casa de citas, hasta quien provea condones por facilitar servicios sexuales. La falta de especificidad para definir legalmente el trabajo sexual convierte a quien lo ejerce en una presa fácil de la extorsión. La corrupción arraigada entre las autoridades que la regulan entorpece la mejora de estas leyes,además de las investigaciones para detectar verdaderas redes trata y lenones.

Arlen Palestina Pandal, en nombre de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Eliza Martínez”, A. C., fue la tercera ponente. Su labor como abogada, en conjunto con las trabajadoras sexuales, especialmente aquéllas que se encuentran en La Merced, le ha conferido una perspectiva privilegiada del tema. En su presentación señaló el problema de la migración interna y las lenguas. Una cantidad considerable de trabajadoras sexuales no habla español como primer idioma o llegan sin papeles de países centroamericanos, colocándolas en una posición de vulnerabilidad ante los clientes y las autoridades. También tocó el tema de la desigualdad geográfica, es decir, las zonas en las que trabajan las mujeres comportan una distinción tarifaria y de seguridad.Palestina, como lo hiceran previamente los ponentes de CAM,enfatizó la falta de figuras legales y laborales para proteger a las trabajadoras sexuales, una asignatura pendiente de la Secretaría del Trabajo. Destacó también que la centralización de servicios en la capital mexicana, debilita la lucha de trabajadoras sexuales al interior del país.

La tercera ponente Ericka Ivonne Villegas nos hizo reflexionar sobre la responsabilidad que tienen las Secretaría de Salud para proteger a las trabajadoras sexuales. Afirmó que los funcionarios públicos han limitado las acciones para brindar servicios médicos y evitar la propagación de ETS. Ericka, esclareció la importancia de mantener el cuerpo saludable para ejercer su labor. Con el carisma que la caracteriza, insistió en la trascendencia de defender los derechos de las mujeres trans, pues enfrentan abusos de autoridad y transfobia que en varias ocasiones resultan en la muerte de compañeras y amigas.

Las dos últimas participaciones fueron las de Marta Torres Herrero (Coalición por la Abolición de la Prostitución, América Latina) y Rita María Hernández (directora de la Comisión Unidos Contra la Trata). Ambas ponentes son partidarias del abolicionismo y dejaron claro que desde su perspectiva no existe diferencia entre prostitución (1) y trata de personas.

Entre los argumentos que ofrecieron para juzgar de así el trabajo social se encuentran:

• Las condiciones de trabajo son denigrantes y de alto riesgo.
• Es un trabajo en donde la mayoría son mujeres o niñas y la demanda es masculina, es síntoma de un sexismo sistemático.
• La mayoría de los clientes abusan de las trabajadoras sexuales. Esto convierte a la prostituta en víctima y al cliente (que siempre es hombre) en victimario.
• El cuerpo no es mercancía.
• El contexto de pobreza y desigualdad empuja a las mujeres a la prostitución.
• Los vínculos entre la prostitución y actividades ilícitas como la trata, el narcotráfico y el crimen organizado son estrechos.
• Las políticas que castigan a los clientes han funcionado para reducir los casos de trata en países como Francia.

Debo decir que no simpatizo con estavisiónde trabajo al sexual; sus argumentos son problemáticos y limitados en el mejor de los casos. En primer lugar, el trabajo sexual no es la única actividad laboral donde el uso del cuerpo ni la discriminación de género determina el sexo de sus actores. Parece que tanto Torres como Hernández olvidan que durante siglos las fuerzas laborales consideraron a las mujeres débiles e inadecuadas para otro tipo de trabajos donde la fuerza física era requisito (sin mencionar los trabajos “intelectuales”). Obreros, agricultores, mineros, fuerzas policiales y militares, entre otras, fueron ocupaciones exclusivamente masculinas hasta el siglo XX. Éstas,donde el cuerpo es la principal herramienta de trabajo, sontambién mal pagadas y de alto riesgo. Entonces me pregunto, ¿no es la misma necesidad que “empuja” a la mujer a usar su cuerpo la que motiva al obrero a exponer su integridad física?La exclusión que mencionan en el ámbito laboral, ¿no funciona de formas más complejas y amplias de las que mencionan? Entonces no sólo tendríamos que luchar contra la explotación y discriminación en el trabajo sexual, sino en todos los empleos. Esta omisión en el alegato que ofrecen las abolicionistas revela una comprensión constreñida y sesgada del feminismo, además de un juicio moral sobre el libre ejercicio de la sexualidad.

Cuando el argumento del cuerpo como herramienta de trabajo se cae, recurren a la inequidad en la venta de sexo. Es decir, se apoyan en la “desigualdad de condiciones” entrecliente y prostituta. El primero siempre se encuentra en una posición de dominacióny la segunda de sumisión, haciendo del acto sexual algo machista y reprobable. Pero me pregunto si enel acto sexual que ambas consideran “normal,” las condiciones entre mujeres y hombres son verdaderamente equitativas. (2) ¿Acaso un ama de casa está en igualdad de condición que su marido, quien tiene un trabajo remunerado? ¿Tendríamos que medir los grados académicos, el sueldo y las posesiones materiales para juzgar “justa” una relación sexual? ¿Acaso hay vínculos afectivos y sexuales que no entren en dinámicas de poder?Estas son preguntas que desearía formularles en un próximo encuentro.

Finalmente, quisiera abordar el modelo francés que pusieron de ejemplo. En el 2016, entró en vigor una ley federal que criminalizaba a los clientes en el país galo. Sin embargo, asociaciones como el Sindicato de Trabajo Sexual (STRASS por sus siglas en francés), con sede en París, han luchado contra esta ley que ha “agravado nuestras condiciones trabajo y de vida,” (3) pues su labor se lleva a cabo en la clandestinidad. Las leyes contra el proxenetismo han impedido la organización de trabajadoras sexuales y han llevado a más mujeres a las calles, exponiéndolas a climas fríos, escarnio y abusos. (4). La violencia física a la que se exponen, incide también en el aumento de ETS, pues las violaciones ocurren con mayor frecuencia. Cuando leemos los testimonios de las trabajadoras sexuales en Francia, notamos que esta ley no ha disminuido la cantidad de víctimas de trata, sólo ha disimulado el comercio sexual.

Rebatir las opiniones abolicionistas, no significa negar que exista el tráfico sexual, por el contrario, los partidarios del reglamentarismo están conscientes de la gravedad del problema. Para ello, ofrecieron algunas soluciones que me parece importante mencionar. Una idea es la organización del trabajo sexual en modelos económicos horizontales; la educación/sensibilización de los clientes y la inclusión de las voces de trabajadoras sexuales en la legislación de su profesión. Otros aspectos que se mencionaron, pero en los que podríamos ahondar desde una perspectiva interseccional, son la corrupción, la migración nacional e internacional y los vínculos del trabajo sexual con actividades ilícitas.

Quizá faltó profundizar en el significado del trabajo sexual (como lo resaltó uno de los asistentes) y las variantes que engloba, por ejemplo, la industria pornográfica, los recintos de masajes eróticos, los cabarets, bares nudistas, etc. Muchos debates quedan pendientes.

En mi opinión, este foro fue enriquecedor. No sólo tuve el placer de escuchar y convivir con personas como Ericka y Palestina. También tuve la satisfacción de conocer mujeres que, tanto en la academia como en las calles, realizan esfuerzos loables por entender las diferentes realidades del trabajo sexual en México y regularlo.Ericka lo dijo bien claro, se necesitan ambas partes para hacer los cambios necesarios.

Por otro lado, pareciera que el único punto en común que existe entre abolicionistas y reglamentaristas es la seguridad de las mujeres. Lejos de ser un obstáculo, pienso que podríamos empezar por esa empatía compartida para crear normas que beneficien a las trabajadoras sexuales y víctimas de trata. Espacios de discusión como estos necesitan multiplicarse para encontrar soluciones a los altos factores de riesgo y ofrecer condiciones de vida dignas a las personas que ejercen el trabajo sexual.

NOTAS:
(1): El lenguaje que usaron las ponentes es digno de revisión. No usaron el término “trabajo sexual” en ningún momento, excepto para indicar que no era trabajo. “Mujeres en situación de prostitución” fue el concepto que ofrecieron para hablar de la trata. Sin embargo, la definición de prostitución, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua, lo designa como “actividad.” La ambigüedad de esta palabra es peligrosa, pues no especifica si es o no remunerada, si es o no forzada, dando espacio a interpretaciones sesgadas. Ahora bien, “mujeres en situación de” son vocablos comúnmente usados en la jerga legal y académica para apelar a una condición de agravio, por ejemplo, la violencia, la pobreza extrema o la exclusión social. Por lo tanto, este concepto de convencernos de que no hay diferencia entre trabajo y explotación sexual. También reducen a las personas que se dedican a esta profesión a calidad de víctimas.

(2): En las ponencias de Torres y Hernández no se reconocen mas que las relaciones hombre-mujer. No hablaron de trabajadores sexuales masculinos ni homosexuales; no mencionaron a las mujeres no-biológicas, ni trans. Debo dejar claro que cuando hablo de “normalidad” dentro del marco de sus exposiciones, es una inferencia mía, a partir de dicha laguna.

(3): Se pueden las convocatorias para marchar en contra de estas leyes en la página del sindicato. http://strass-syndicat.org/es/ley-anti-prostitucion-un-an%CC%83o-de-pena...
Consultada 01/03/17

(4) http://strass-syndicat.org/grand-froid-les-putes-ne-souffrent-pas-que-de... Consultada 01/03/17