Columna Takones altos… Un evento…

Columna

Takones altos…

Un evento…

Manuela

28/11/16

Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle.

Tenemos una capacidad camaleónica. No sólo en nuestra vestimenta o en nuestros puntos de trabajo, sino también en la forma en la cual llegamos a autonombrarnos o nombrar nuestro oficio. Si bien en cuanto estamos paradas en alguna esquina o cuando alguna casa se convierte en “De citas” o, como en este caso al que me voy a referir, las que trabajan por cita telefónica llegamos a disfrazar nuestra actividad de forma sutil.

Sin pensar en ninguna cosa, sólo yendo de un punto para el otro podemos reconocernos en cuanto nos encontramos. Dice el dicho popular que “entre gitanos no nos leemos la mano”.
Tome el pesero. Era un camino medianamente largo. Me acomode, puse la bolsa de mano en la pierna, saque mi lapicera de maquillaje, toda mujer tenemos nuestra bolsita de maquillaje, y comencé a remarcar mi belleza. Un poco por aquí y un poco por allá. Delineador por debajo de los ojos, un poco por arriba de ellos.

El micro se detuvo detrás de una fila de autos. Levanté la mirada e inmediatamente me di cuenta del alboroto. Una hermosa mujer estaba deteniendo el tráfico. No porque ella lo incitara, pues levantaba la mano para que el micro se detuviera y abordarlo, sino porque un hombre en su auto le pedía información y ella se la daba lo más rápido posible para que su transporte no se fuera sin ella.

Como lo mencionaba, una hermosa mujer se subió al tormento necesario para trasladarnos de un lugar a otro en esta ciudad, al micro. Al verla inmediatamente supuse por que el hombre le pidió indicaciones a ella específicamente. Vestía como muchas de las conductoras de televisión.

Comenzaré diciendo que sus zapatillas eran hermosas, me justaría conseguirme unas en ese tono, un color caqui que combinaba con el resto de su vestimenta. Por supuesto eran unas zapatillas altas, doce o quince centímetros. Sus pantorrillas se marcaban por la altura de calzado, por supuesto que estaban delicadamente depiladas. No traía falda, lo que traía era unos pantalones cortos pequeños, no sé si muy pequeños o no, eso dependerá de quien los allá observado, yo solo digo que eran cortos.

Por ello sé que estaba delicadamente depilada pues se podía recorrer con la mirada que en su piel morena no contaba con un solo bello en lo largo de sus piernas y sus pantorrillas. En la parte superior contaba con una blusa de licra y sin mangas negra y un saquito mejor conocidos como toreros.

Si para mí me fue imposible no levantar la mirada, por supuesto lo fue para los demás y las demás. Creo que siempre generamos una extraña admiración-repulsión. ¿Por qué? Bueno, es innegable que somos hermosas y más cuando nos arreglamos y con la vista lo pueden aceptar, pero sus prejuicios son los que nos discriminan.

Como muchas mujeres, y mujeres que son madres solteras o no, son las que están al pendiente de los horarios de los hijos e hijas. Ella estaba hablando por su celular con la naturalidad de cualquiera hablando. Lo que me hizo poner atención es que, primero ella hablaba muy fuerte, y segundo le decía a su hija que le había surgido un evento, al cual se dirigía. Mientras la cuestionaba por qué no había llegado a casa.

Un evento. Todas tenemos una forma de no decir a que nos dedicamos y más cuando nos dedicamos al trabajo sexual o como plantearlo a la familia o tenemos estas palabras claves para informar a donde nos dirigimos. Más conciencia sobre nuestra labor y se caerán los velos para poder decir que abiertamente que somos trabajadoras y trabajadores sexuales. Tiempo al tiempo, lucha a la lucha.

Afortunadamente ella y yo nos bajamos en el mismo lugar. Puesto que ella llevaba más prisa, yo caminaba unos pasos detrás de ella. Como la cita ya estaba pactada, alguien la esperaba unos pasos antes de un lugar que se paga por horas. Lo saludo cariñosamente en la mejilla. Ella camino por delante. Él le abrió la puerta y se perdieron al cerrarse está.

Así es. Estamos en todos lados. A todas horas. De muchas formas.

Un mundo sin nosotras y sin nosotros lo veo realmente difícil.

En fin… ¿Vamos?

PD.

El Trabajo sexual no es trata de personas.

El Condón no es una prueba jurídica de trata de personas, es un utensilio de salud.