Celebración del Día de la Madre entre trabajadoras sexuales

Celebración del Día de la Madre entre trabajadoras sexuales

“¿De qué nos quieren rescatar?”: trabajadora sexual de la tercera edad.

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA MADRE ENTRE TRABAJADORAS SEXUALES

* “A una la pisotean todo el tiempo”
* “La situación está muy difícil”

Por Jaime Montejo de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle. México, D.F., 9 de mayo de 2013.- Ayer fue celebrado el Día de la Madre entre trabajadoras sexuales, en las instalaciones de Brigada Callejera ubicadas en la zona de la Merced en el Distrito Federal, con un show travesti, regalos y reflexiones sobre la situación actual de este sector en la Ciudad de México.

El evento artístico fue un aporte de David Avendaño “Krisna”, trabajadora sexual transgénero que integra la Red Mexicana de Trabajo Sexual (RMTS) y el Colectivo “Talonearte”, que ameniza acciones directas y congresos de su sector, que en esta ocasión personificó a “Lupita D´alessio” y “Rocío Durcal”, llevándose las palmas la representación de Lupita, por sus canciones de desamor.

Participaron mujeres de la tercera edad que ya son abuelitas, madres con hijas jóvenes, algunas de las cuáles les acompañaron en esta conmemoración y mujeres jóvenes, la gran mayoría de ellas jefas de familia que reportan sacar adelante a sus hijos e hijas, con el trabajo sexual.

Formaron parte del público trabajadoras sexuales que han colaborado activamente en la detención de tratantes y explotadores sexuales, rescatando de dicha condición a compañeras más jóvenes que ellas e incluso menores de edad.

Otras mujeres, son sobrevivientes de Trata de personas y ahora trabajan sin padrotes o madrotas, que saquen provecho económico de su actividad. También se dieron cita este día, jóvenes con dotes de liderazgo, que representan el bloque más pujante de la RMTS, en la zona de la Merced.

Al evento también asistieron trabajadoras sexuales que forman parte del taller de periodismo Aquiles Baeza, una de las cuáles elaboró una nota informativa para la revista barrial “Desinformémonos”, dirigida por la compañera Gloria Muñoz.

Algunas invitadas integran poblaciones callejeras que recurren al comercio sexual, como una estrategia de sobrevivencia, frente a la falta de apoyos reales para poder salir adelante en una ciudad que todos los días expulsa mujeres a la vía pública.

La mayoría de mamás congregadas en esta actividad comunitaria, viven este día de manera diferente que otras mujeres, ya que la discriminación social de que son objeto por dedicarse a este oficio, y la violencia con que las autoridades las han tratado toda la vida, les imprime un sello de tristeza especial.

El fantasma de la iniciativa de ley en materia de trata de personas del diputado local Manuel Granados del PRD, estuvo presente durante la actividad y la necesidad de mantenerse unidas para que no se decrete que sus clientes son criminales, ya que eso las pondría en una situación de mayor abuso con respecto del crimen organizado y autoridades corruptas, que hoy las amenazan al amparo de líderes del comercio informal y familiares vinculadas con la trata de personas.

No somos víctimas ni victimarias, fue una de las afirmaciones de Lupe, trabajadora sexual de 23 años de edad y dos años de ejercicio del trabajo sexual.

Goyita, trabajadora sexual de 52 años de edad y 35 años de experiencia en las calles del centro histórico como trabajadora sexual, señaló que “a una la pisotean todo el tiempo. Si una de nosotras le gustaba a los de gobernación, nos regresaban al hotel, nos usaban sexualmente y nos amenazaban si hablábamos de ello con alguien.”

Rubí, trabajadora sexual de 35 años de edad y 20 años de antigüedad en el oficio, comentó a sus compañeras que es difícil ser madre cuando no hay dinero para tener bien a los hijos y estar con ellos en su casa”.

Para Alicia, trabajadora sexual de 46 años y 34 años en el talón como ella lo nombra, “una mujer es decente hasta el medio día y si el gasto no llega, no tiene otra opción que recurrir a la prostitución para que sus hijos tengan para comer.”

Bárbara, trabajadora sexual de apenas 22 años de edad, expresó que “la situación está muy difícil para entrar a las empresas a trabajar. Los que tienes título no tienen trabajo y las que no tenemos estudios, no tenemos oportunidad de ganar más del mínimo.”

Maribel, trabajadora sexual de no más de 25 años, embarazada de su primer hijo, motivo por el cuál sus padres la corrieron de su casa, tuvo que recurrir al comercio sexual para salir adelante con su bebé. Ella afirmó que las mujeres las insultan en la calle y que algunas son putas decentes que no cobran, pero se van a la cama con muchos hombres y luego las critican a ellas por estar en una esquina.”

Margarita, trabajadora sexual de la tercera edad, que fue atropellada hace algunos meses, denunció que el Seguro Popular es un fraude ya que hace nueve meses ella ha necesitado atención médica y no le dan una sola pastilla para la diabetes.”

Sonia, quizás la trabajadora sexual más añosa que se reunió este día con sus compañeras, sentenció: “¿De qué nos quieren salvar, sino hemos pedimos su ayuda? Tampoco estamos enfermas. Los hombres son los responsables de que nosotras estemos aquí, ya que dejan a sus mujeres con hijos, se van y no asumen su responsabilidad.”

Además de las trabajadoras sexuales asistentes, estuvieron presentes hermanas y madres de las activistas y promotores de Brigada Callejera, sin que se hiciera ninguna distinción entre unas y otras mujeres.

Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, A.C., es una organización dedicada a la prevención del VIH/Sida/ITS, a la defensa de los derechos humanos de las trabajadoras sexuales y a la movilización comunitaria frente a la trata de personas.