Acusaciones inmorales contra José Alfonso Suárez del Real, la punta del iceberg de ataques sistemáticos a organizaciones defensoras de trabajadoras sexuales en México

Imagen tomada del internet.

Acusaciones inmorales contra José Alfonso Suárez del Real, la punta del iceberg de ataques sistemáticos a organizaciones defensoras de trabajadoras sexuales en México

Jaime Montejo de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Ciudad de México, 22 de junio de 2018.-

“Utilizar a una víctima de trata para hacer declaraciones falsas contra José Alfonso Suárez del Real, no sólo es inmoral sino que representa para la cristiandad, un pecado grave contra la VERDAD. ¿Se predica la Palabra del Sanedrín o la Palabra de Jesús de Nazaret?”

Se acercan tiempos difíciles para las trabajadoras sexuales y también para quienes defendemos sus derechos como una estrategia de auto-defensa ante la represión sexual, que dicho sea de paso representa cuantiosos negocios en la industria de la Fe y del sexo, respectivamente.

Las acusaciones infundadas y cobardes contra José Alfonso Suárez del Real, nos dan pistas al respecto.

Aclaramos: Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, “Elisa Martínez”, A.C. no promueve el voto por MORENA, ni por ningún otro partido electoral. Somos una organización apartidista que se ha acercado a diferentes personajes de diversos partidos políticos, buscando incidir políticamente a favor de las trabajadoras sexuales, las víctimas y las sobrevivientes de trata en diferentes momentos de su historia.

Predicadores y monjas sin escrúpulos, así como feministas abolicionistas, infantilizan a las trabajadoras sexuales, las hacen ver como estúpidas, incapaces de elegir un proyecto de vida como trabajadoras no asalariadas, además de enfermas, locas y futuras explotadoras sino dejan esa actividad a tiempo.

Todas ellas, con escapularios, salmos evangélicos o transcripciones de Josefina Butler, buscan la prohibición de la “prostitución”, sin importar la bajeza de los medios utilizados.

Esos grupos harán uso de la descalificación, de acusaciones deshonrosas, declaraciones fraudulentas de víctimas reales y ficticias para sacar del camino a quienes pretendan promover una agenda de derechos humanos hacia trabajadoras sexuales, que busque certeza y seguridad jurídica para este sector.

Pero esto no es todo lo que se perfila en el ambiente.

Auguramos acusaciones penales con pruebas sembradas, tortura, cárcel, asesinatos y desapariciones, contra quienes encabecen, promuevan o apoyemos iniciativas garantistas que saquen de la oscuridad legislativa a uno de los grupos sociales más discriminados y violentados en su dignidad por criminales, delincuentes de cuello blanco y empresarios de la Fe y de la industria del rescate.

¿Qué hace diferente a un padrote que obliga a una víctima de trata a tener sexo? De un/a salvador/a de víctimas de trata, que obliga a una víctima a difamar a quienes buscamos el bienestar de las trabajadoras sexuales?

¿Qué hace diferente a un sicario que asesina sin pudor a quien tiene un precio escrito en la frente, de un activista que dispara mentiras fulminantes, utilizando a una víctima de trata como emisor de dichos mensajes?

Promover acusaciones falsas por parte de víctimas de trata, hace perder credibilidad a este grupo, lo cual es peligroso en un país donde no sólo se venden mujeres y niñas, sino que ahora también se vende su palabra al mejor postor.

Habrá que abrirse paso como la vida nos ha enseñado a hacerlo: Con la frente y el puño izquierdo en alto y también con una abogado a nuestro lado.